Santa María

Iglesia de Santa María la Mayor

El templo de Santa María de Alcaudete emerge como una joya arquitectónica que encapsula la riqueza estilística del arte hispano del siglo XVI. Esta iglesia, situada posiblemente sobre una antigua mezquita musulmana, representa un notable ejemplo de la evolución y fusión de elementos góticos y renacentistas en su estructura.

Construido en dos fases distintas, el templo refleja una transición gradual entre estilos arquitectónicos. En su concepción inicial, se proyecta como una basílica de tres naves, donde se entrelazan elementos góticos y mudéjares. La primera fase culmina con la finalización del cuerpo principal y la construcción de la primitiva capilla mayor, marcada por la presencia de la característica bóveda de crucería gótica. Esta primitiva capilla mayor, atribuida a Martín de Bolívar, constituye el primer tramo de la nave y sirve como puente entre el gótico y el renacimiento.

La segunda fase, completada aproximadamente diez años después, introduce una nueva capilla mayor de estilo renacentista, diseñada para satisfacer las necesidades de una comunidad en crecimiento. Esta moderna capilla, presumiblemente obra de Francisco del Castillo, exhibe una maestría excepcional en el uso del lenguaje clásico y las formas renacentistas. Su estructura presenta arcos triunfales, ventanas serlianas y una entrada a la sacristía que denota un dominio absoluto del estilo renacentista-manierista.

Las dos portadas del templo, situadas en los hastiales oeste y sur, son destacados ejemplos de la opulencia iconográfica y estilística de la época. La portada oeste, conocida como la del Perdón, deslumbra con su elaborada ornamentación en relieve y un rosetón de piedra calada, mientras que la portada sur, de estilo plateresco, impresiona con una escalinata doble y un frontispicio decorado con una cruz.

Además de su riqueza arquitectónica, el templo de Santa María de Alcaudete cuenta con una imponente torre campanario de 43 metros de altura. Esta torre, erigida en una etapa posterior, presenta cuatro cuerpos superpuestos y un tejado en forma de chapitel de tejas vidriadas. Destaca la presencia de escudos heráldicos en la torre, así como la labor de los maestros canteros Juan Roldán y Simón Perales en su construcción.

En resumen, el templo de Santa María de Alcaudete se alza como un monumento emblemático que ilustra la diversidad y la evolución del arte durante el Renacimiento español. Su fusión única de estilos arquitectónicos, la exquisita ornamentación de sus portadas y la imponente presencia de su torre campanario lo convierten en un tesoro invaluable de la historia y la cultura de la región.